COLUMNA DE ÁNGEL AGUIRRE RIVERO

COLUMNA DE ÁNGEL AGUIRRE RIVERO

13 octubre, 2018 0 Por Cuadrante Azul

Amapola, ¿hasta cuándo?

En México, la guerra contra el narcotráfico ha costado millones de dólares y se estima que entre 2006 y 2018 se han perdido más de 250 mil vidas humanas.

El modelo falló. Por donde se vea, la violencia en que naufraga el país no es un buen resultado.

Hoy, una parte del debate sobre seguridad pública gira en torno a la posibilidad de legalizar el cultivo de la amapola en México. Al igual que Afganistán, que ocupa el primer lugar mundial como productor de amapola, México encabeza la lista en Latinoamérica de producción ilegal de opio.

Nuestro país suscribió la normatividad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre tráfico de estupefacientes. En ese sentido, la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se ha pronunciado por que, respetando la reglamentación, se abra el camino a su legalización con fines científicos, y ya sostiene conversaciones con el organismo internacional.

Es esperanzador el propósito del gobierno de la República que encabezará Andrés Manuel López Obrador de convertir un círculo vicioso de ilegalidad, simulación y violencia en uno virtuoso y de oportunidad para el desarrollo y que si bien no va a resolver, sí puede mitigar la escalada de violencia.

Desde hace más de 40 años, cerca de 100 mil familias del estado de Guerrero se ha dedicado a cultivar la planta de amapola, y como consecuencia de la goma de opio; su cultivo ha crecido en forma considerable en las regiones de la Sierra y la Montaña; de acuerdo con datos estadísticos, nuestro estado ocupa el primer lugar de producción en todo el país.

El volumen económico del mercado superaría los mil doscientos millones de pesos. Este lucrativo negocio contrasta con la pobreza en que viven las familias que se dedican a su cultivo.

Aunado a ello, al dedicarse a un cultivo ilícito, se les considera criminales y son perseguidos y encarcelados. Por eso, como dice el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, no es descabellado impulsar la legalización del cultivo de la planta para elaborar fármacos tipo morfina. El propio secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, se ha pronunciado a favor.

El debate es complejo, sobre todo por los costos a la salud que, está demostrado, ocasiona el consumo de drogas y estupefacientes.

En contraparte, sufrimos la violencia que genera la disputa entre bandas criminales. Durante décadas, el Estado mexicano no ha logrado llevar opciones de desarrollo a zonas rurales marginadas; la sustitución de cultivos es solo un enunciado. Lo real es la pobreza de los campesinos.

En los meses recientes la ruta que baja de la Sierra hasta el municipio de Leonardo Bravo, en Guerrero, ha sido escenario de varios enfrentamientos por la disputa del control sobre ese territorio.

Esa salida del producto de la Sierra que lleva a Chilpancingo e Iguala ha generado violencia, muertos y familias desplazadas.

Con base en cálculos oficiales, se estima que más de 2 mil familias han sido desplazadas de diferentes pueblos, derivado de la disputa a que hemos hecho referencia.

El efecto que ha generado la caída de los precios ha aumentado de manera significativa la pobreza, migración hacia las grandes ciudades y violencia permanente. Hay comunidades que llegan a producir hasta una tonelada de opio en cada ciclo de siembra; de ahí que si se aprueba la legalización de este cultivo, se deberán establecer organismos oficiales para designar zonas de cultivo, emitir licencias, recibir la totalidad de las cosechas, así como importar y exportar existencias.

¿Cuál sería el impacto de legalizarse el cultivo y procesamiento de esta droga?

1. Más de 100 mil campesinos que trabajan cultivando en el mercado clandestino se incorporarían a la legalidad con los beneficios y responsabilidades que esto implica.

2. El Ejército mexicano ya no tendría que destinar la mayor parte de sus fuerzas a destruir y combatir la siembra de este estupefaciente.

3. El estado de Guerrero podrá tener una mayor capacidad de recaudación de impuestos, lo que implicaría mayores recursos para beneficio de los municipios productores en términos de infraestructura, salud, educación y apoyo al campo.

4. De aprobarse esta iniciativa, los productores campesinos ya no recibirían las migajas que los grupos de la delincuencia organizada les otorgan actualmente.

México está ante la posibilidad de solicitar la aprobación de la Organización de las Naciones Unidas para que la producción de esta droga vaya dirigida a la elaboración de medicamentos. Los guerrerenses estaremos atentos al devenir de esta iniciativa que recientemente fue presentada en el Senado de la República; con anterioridad, la 61 Legislatura de Guerrero remitió una propuesta similar al Poder Legislativo. Agradezco la colaboración de la M.C. Yuritzia López Gómez. Del anecdotario: Un amigo muy querido se quejaba de las deslealtades de sus ex colaboradores. —Es que a ese cabrón yo lo ayudé… Lo hice, y ahora no me toma ni las llamadas. —Tómalo con calma; algunos hasta se van a avergonzar de ti, esa es la naturaleza humana. —Pero también hay leales a la amistad, aunque sean poquitos. —Otros se vuelven soberbios, prepotentes, llegan con una sed de venganza y se apenan cuando los vinculan contigo. —Es que no puede ser, Ángel… —Le recordé un párrafo del tango “Cama vacía”, de Óscar Agudelo: “cuando uno está en condiciones, tiene amigos a granel, pero si el destino es cruel y hacia un abismo nos tira, verás que todo es mentira, y que no hay amigo fiel”. ¡La política es así!

*Ex gobernador del estado de Guerrero

http://www.milenio.com/opinion/angel-aguirre-rivero/columna-angel-aguirre-rivero/amapola-hasta-cuando